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De la serie cantantes del mundo: | |||
Brasolo García | |||
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Nombre completo | Brasolo García García | ||
Estilo musical | Braseante | ||
Millones de fans | 0,1 | ||
¿Toca algún instrumento? | La guitarra cansina | ||
¿Desafina? | Él dice que son adornos | ||
Popularidad | En picado | ||
Se dió a conocer con | El último de la barrila | ||
Nacionalidad | Melmakiano | ||
Raza | Fox - Terrier | ||
Productora | El Braseo, Inc. | ||
Notas | Su única virtud es incitar al suicidio a los moñas |
Un ídolo de quinceañeras de otro tiempo, Brasolo es ahora el adalid de camioneros en paro y suicidas en potencia.
Brasolo empezó tocando la disco-guitarra Feber, juguete maligno que admitía una especie de discos para martirizar a los padres. Tras unos pocos años nuestro ídolo se dio cuenta de que las pilas eran su punto débil, ya que sus padres tendían a confiscárselas varias veces por semana, y tenía que prostituirse para comprar otras nuevas. Dolido, Brasolo se apuntó a Solfeo en el Conservatorio, con lo que consiguió una guitarra española que iba a manubrio. El manejo de muñeca que en otros tiempos le servía para ganarse unas pilillas, digo pelillas, le vino bien en su nueva carrera.
Pronto molestó tanto a los vecinos que entre todos le pagaron una beca para el Festival de Benidorl, famoso en el mundo entero.
Allí conoció a quien sería su compañero inseparable, Quimi Braset. Durante casi quince años formaron el dueto barroquescente "El Último de la Barrila", donde unieron sus estilos inimitables en una especie de mezcla de canción de autor y charanga de feria. ¿Cuántos primeros besos no se dieron con los oídos tapados por el estruendo infernal de sus espantosos "temas"?
Hoy día ambos se preguntan qué hacían juntos. Quimi, convertido en un gafapasta de referencia, canta canciones bizarro-dantescas; mientras Brasolo sigue cantando a las excelencias de la flor de la papaya.
En su madurez, Brasolo se va convirtiendo poco a poco en su ídolo de adolescencia, Andrés Pajares. Así, cada vez dedica más tiempo a perseguir veinteañeras ternascas y a dar la paliza. Su futuro se ve pintorescamente ligado así a los programas del corazón y el oprobio más triste.
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